El virus no frena a las ultrafeministas: las convocatorias del 8M en Madrid son ya más que en 2020
La complicada situación sanitaria por la pandemia no disuade al feminismo radical de salir a la calle con motivo del 8 de marzo. Según ha podido saber OKDIARIO, la delegación del Gobierno en Madrid había recibido hasta este jueves alrededor de 45 peticiones de manifestación o concentración sobre el 8M. Las solicitudes serán ahora analizadas, una a una, para pronunciarse en los próximos días. Se trata, en cualquier caso, de un número que ya supera las 40 manifestaciones que se celebraron el año pasado.
La convocatoria del 8M ha abierto un nuevo enfrentamiento entre los socios de la coalición. En los últimos días, el Ministerio de Igualdad jalea las marchas ideológicas, pese al criterio en contra de Sanidad. El delegado del Gobierno, José Manuel Franco, afirmó este miércoles que ya se habían autorizado «algunas» peticiones de organizaciones feministas, de menos de 500 personas. Según Franco, ese sería el límite establecido en la normativa regional.
«Las que hemos recibido hasta ahora no se han prohibido porque mantienen los parámetros exigibles ahora mismo en esta situación de pandemia» respecto a las medidas «que se comprometen a adoptar», como la distancia social, «y también, lo más importante, son manifestaciones de menos de 500 personas», insistió el representante de Pedro Sánchez en la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, desde la Consejería de Sanidad madrileña han rechazado que se hayan recomendado manifestaciones de como máximo medio millar de personas. Según fuentes del gobierno regional a OKDIARIO, Franco se habría inventado ese criterio porque, en ningún momento, se ha fijado ese límite. De hecho, aseguran las mismas fuentes, se ha informado desfavorablemente de la celebración de tres marchas. El departamento de Enrique Ruiz Escudero no tiene competencias para autorizar o no manifestaciones, potestad que recae exclusivamente sobre la Delegación del Gobierno, pero sí emite informe aconsejando o no su celebración siguiendo criterios de Salud Pública.
Pese a que este evento fue muy discutido el año pasado, en plena explosión de la pandemia, Franco afirmó que no se arrepentía de haberla autorizado porque, en su opinión, «no había ningún motivo objetivo» para prohibirla y haberlo hecho hubiera sido «prevaricar». El delegado del Gobierno en Madrid señaló que en la manifestación podría haberse ocasionado «algún contagio extra».
OKDIARIO reveló que los contagios se dispararon un 2.064% en Madrid tras el 8M. Pese a ello, y aunque la situación sigue siendo de enorme gravedad, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha animado a salir masivamente a la calle. «Este 8M más feminismo que nunca», jaleaba esta semana en las redes sociales.
Podemos quiere aprovechar además esta cita para reivindicar la llamada ley del ‘sólo sí es sí’, después del varapalo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que, en un demoledor informe, ha criticado la definición del consentimiento de la mujer que Montero exige para las relaciones sexuales o la introducción del delito de abusos sexuales en el de agresión, algo que los magistrados creen que puede desproteger a la víctima.
Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad, Carolina Darias ha advertido de que «no ha lugar» a las manifestaciones por el 8M en una situación de pandemia y ha hecho un llamamiento a la «responsabilidad». A su juicio, «la situación epidemiológica» actual «no permitiría llevar a cabo» las manifestaciones de las que se está hablando en los medios.
De hecho, como reveló OKDIARIO, un informe de este departamento -‘Recomendaciones para eventos y actividades multitudinarias en el contexto de nueva normalidad por Covid-19 en España’-califica actos masivos de estas características como «de alto riesgo».
Sanidad avisa en el documento de que «los eventos o actividades multitudinarias se consideran situaciones de riesgo debido a la cantidad de asistentes, la intensidad del contacto y la posible dificultad para mitigar los riesgos asociados».
Cuarenta manifestaciones
El año pasado, cuando el virus ya se propagaba por todo el país, el Gobierno no dudó en alentar las manifestaciones feministas. El Ejecutivo contó con una nutrida representación en las marchas. Apenas cuatro días después de participar en ellas, las ministras Irene Montero y Carolina Darias comunicaron que estaban contagiadas por coronavirus. Un día después, lo hizo la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, que también había acudido al evento. Entonces fueron 40 las convocatorias, como recogió la Guardia Civil en su atestado sobre el 8M.
Este año, y ante las dificultades sanitarias, las feministas afines a Podemos han optado por otra estrategia: convocar una manifestación más nutrida en Madrid ciudad y otras menores en distintos municipios de la región.
Como reveló este periódico, la consigna que se difunde por parte de la Comisión 8M a sus simpatizantes es «deslocalizar» la convocatoria en diferentes localidades para evitar que la manifestación principal se desborde.